Tal y como hemos visto en clase, el máximo esplendor del Imperio Bizantino ocurrió bajo el gobierno del emperador Justiniano a principios del siglo VI. Restauró la riqueza y economía del imperio, reforzó la unidad religiosa bajo el cristianismo ortodoxo, codificó las leyes romanas en el Corpus Iuris Civilis y amplió las fronteras del imperio conquistando Italia, Sicilia, el Norte de África y el Sureste de la Península Ibérica.
A continuación tenéis una página donde podéis recordar y ampliar contenidos sobre la vida del más importante de los emperadores bizantinos.
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